- A nivel de aula
- Colocar el pupitre cerca del profesor y que esté situado en un lugar tranquilo y lejos de posibles distracciones.
- Con el objetivo de poder atender mejor a sus necesidades, reducir el número de alumnos (ratio) del aula.
- Supervisar sus tareas durante la jornada escolar.
- Recordarle y asegurarnos de que ha tomado nota de la información más relevante: fechas de entrega, deberes, etc.
- Ambiente que lo motive, con unas rutinas establecidas.
- Establecer normas y límites, previamente consensuadas entre todos, así como las consecuencias si no se cumplen. Estas normas se colocarán en un lugar visible.
- Utilizar el refuerzo positivo más que lo negativo, evitando los castigos. Una buena idea es utilizar el "Rincón de la Paz" para reflexionar lo que ha hecho mal y cómo solucionarlo.
- Realizar una planificación que sea efectiva en cuanto a contenidos a enseñar como actividades.
- Secuenciación de tareas intercalando las que requieren una mayor concentración de las que no.
- Metodología basada en el empleo de recursos audiovisuales que no requieren tanto esfuerzo de concentración para estos niños.
- Explicaciones claras y sencillas, haciendo repeticiones y resaltando las ideas principales.
- Empleo de técnicas más flexibles a la hora de evaluar teniendo en cuenta el trastorno.
- Refuerzo y apoyo de un especialista de Pedagogía Terapéutica y/o Audición y Lenguaje dentro de la clase.
2. A nivel de Centro
- Formación e implicación docente acerca del trastorno.
- Coordinación de todo el personal docente que forma parte del Claustro de Profesores en lo que se refiere a cómo trabajar con alumnos con TDAH. Todas las directrices aparecerán en el Proyecto Educativo y en la Programación General Anual.
- Metodología basada en el aprendizaje activo y dinámico de cara al alumnado evitando el aprendizaje pasivo que requiere una mayor concentración.